8 de Marzo (1): El Banco de Sangre y Tejidos, espacio de trabajo de mujeres profesionales

Marta, nuestra más joven enfermera
El Banco de Sangre y Tejidos de Aragón es un espacio lleno de estupendas profesionales. Durante este mes de marzo en  el que se celebra el Día de la Mujer  presentamos algunos testimonios.
 Marta, Marta Moliné. Es una de nuestras más jóvenes enfermeras. Lleva con nosotros desde mayo. Terminó en la universidad, estuvo una semana de prácticas y enseguida fue contratada. Está encantada con la donación y el proceso de aféresis, una donación especial que saca por separado los componentes de la sangre. Su vocación le viene por su madre, también enfermera. «Cuando llegaba a casa siempre corría a preguntarle qué le había pasado ese día en el hospital». Marta sabe que su profesión es especialmente femenina, «aunque cada día son más chicos los que tengo como compañeros», apunta. Y concluye sonriente y firme: «aunque se van dando pasos hacia la igualdad, las reivindicaciones del 8 de marzo siguen siendo necesarias«. Gracias, Marta, por tu vocación y por tu trabajo.
  Olga. Es Olga Vicente y trabaja como técnica de laboratorio desde la creación del Banco, hace 15 años. Junto a sus compañeras, Olga analiza la sangre de los donantes antes de su salida hacia los hospitales. Además colabora en conocer las características de la compatibilidad de aquellas personas que quieren ser donantes de médula. Los donantes de médula para poder serlo necesitan estar inscritos en un registro a través de un análisis de sangre que se realiza en este centro. Olga, por todo esto y por una carrera llena de experiencias, nos dice que le gusta mucho su trabajo «porque tiene un efecto importante y ayuda a la gente». Olga tiene tres hijos, ya jóvenes, y sigue reivindicando el 8 de marzo como jornada de trabajo por la igualdad de todos. Gracias, Olga, por tu vocación y por tu tarea
  Yolanda. Es Yolanda Magdalena. Lleva 33 años trabajando en la sanidad como administrativa. Desde el año 1989 ha pasado por consultorios, centros de salud y hospitales. Aquí está desde junio de 2006, tres meses antes de la apertura del Banco. «Lo primero que tuve que hacer es comprar una silla y una mesa», señala orgullosa de su trabajo. «Me siento resolutiva y me adapto a los cambios», añade. El trabajo de Yolanda y sus compañeras (Conchi y Mireia) es fundamental: abastecer el almacén de tubos para que las donaciones sean un éxito o relacionarse con las empresas farmacéuticas que convierten el plasma en medicación para los hospitales; y son solo dos ejemplos de un listado muy largo de tareas. Yolanda, cuando se le pregunta por el 8 M, lo tiene muy claro: «debería reivindicarse todos los días del año«. Gracias, Yolanda, por tu vocación y tu trabajo.
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