Este 13 de noviembre Aspanoa, la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón, celebra la edición número 28 de su partido solidario en La Romareda. El equipo de la Asociación de Futbolistas Españoles se medirá a los veteranos del Zaragoza. El Banco de Sangre y Tejidos vuelve a apoyar esta causa con la que se siente especialmente unido. Con la colaboración de esta asociación, el Banco sortea cinco entradas dobles para uno de los grandes acontecimientos solidarios del calendario de la ciudad.
Gabriel Tirado es presidente de Aspanoa, padre afectado y médico de profesión.
¿Qué importancia tiene este partido para Aspanoa?
Es nuestra actividad solidaria más emblemática. Significa recursos para financiar nuestros servicios y proyectos contra el cáncer infantil; pero sobre todo visibilidad y cariño hacia todos los niños y adolescentes con cáncer de Aragón. Es uno de los días más especiales del año. Que la ciudad se vuelque cada año en apoyar a nuestros valientes nos llena de emoción. Para un padre afectado es algo indescriptible.
¿Qué importancia tiene la donación de sangre para los niños enfermos de cáncer?
Es absolutamente vital. Son pacientes que reciben tratamientos muy agresivos para curarse, como quimioterapia o radioterapia, y durante el tratamiento es habitual que necesiten transfusiones de productos sanguíneos. Es fundamental para mejorar sus síntomas y evitarles complicaciones debidas al tratamiento.
¿Percibes mayor sensibilización hacia la donación de sangre?
Sin duda. Yo creo que esta pandemia ha demostrado que nadie es una isla y que somos más fuertes en comunidad. Aún estamos todos reajustándonos un poco, pero creo que ese poso de solidaridad, de pensar en los más vulnerables y no solo en uno mismo, se quedará con nosotros.
¿Por qué animarías a familias y jóvenes a que donaran sangre por primera vez y lo hicieran uno de sus hábitos personales más importante?
Muchas veces cuesta dar el paso, seguramente porque piensas que te va a robar mucho tiempo o porque te dan miedo las agujas. Basta con ir un día para probarlo y ver que todo esto no se corresponde con la realidad. Una vez dado el paso, convertirlo en hábito es sencillo. Igual que vas al supermercado una vez a la semana, no cuesta nada guardarte media hora en la agenda cada tres o cuatro meses. Animo a acercarse al Banco de Sangre con alegría, con el convencimiento de que vas a ayudar a muchas personas, porque es así. Yo lo vivo en primera persona en mi profesión, como donante y como padre de un niño con cáncer.