La fundación Cepaim, que trabaja con personas que solicitan asilo y refugio, acude a donar al Banco de Sangre

Grupo de refugiados donan sangre

Fundación Cepaim es una de las entidades sociales que trabaja en nuestro territorio el programa de Protección Internacional para solicitantes de asilo y refugio. Este programa tiene como finalidad lograr la inserción sociolaboral de estas personas. Las personas solicitantes de asilo o refugio se han visto abocadas a abandonar su país para salvar sus vidas o las de los suyos en los supuestos recogidos en la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria. Dentro del itinerario de estas personas se incluyen entre otras actividades la de la donación de sangre, sin duda una gran muestra de solidaridad con la sociedad de acogida. Este mes de abril un pequeño grupo de personas participantes en este programa ha venido a las instalaciones del Banco de Sangre para realizar la segunda donación por parte de esta entidad. Nagore Morales es una de las técnicas que está promoviendo dicha actividad.

¿Con qué tipo de población trabajáis?

Trabajamos con personas y unidades familiares tanto refugiadas como solicitantes de asilo que ingresan dentro del programa de Protección Internacional. Las nacionalidades son muy diversas y dependen de la situación de los países de origen en cada momento. Actualmente, además de las personas ucranianas recibimos personas de diversas nacionalidades tales como, Venezuela, Colombia, Marruecos o Malí.

¿Qué actividades realizáis?

El programa en el que trabajamos tiene como objetivo principal la integración sociolaboral de las personas participantes. En este proceso se realiza un acompañamiento integral en el que trabajamos diferentes perfiles profesionales; trabajo social, mediación intercultural, psicólogos, abogados, técnicos de acogida, profesores de castellano.

En dicho programa además del itinerario de inserción propiamente dicho se desarrollan otras actividades igualmente necesarias que favorezcan la inclusión en la sociedad de acogida. Así podemos citar talleres de conocimiento del entorno, de comprensión de nuestra cultura y por supuesto el ocio, tan necesario para el desarrollo personal.

¿Por qué venís a donar sangre?

La iniciativa de donar sangre desde la Fundación Cepaim comenzó por el interés mostrado por una familia Siria a su llegada a Zaragoza ya que en su país de origen ya practicaban la donación de forma regular. Nos pareció bonito proponer una actividad grupal y además solidaria entre todas las personas que formamos Cepaim, por ello recogimos el testigo de esta familia y la hemos integrado como una propuesta más dentro del itinerario. Actualmente hemos realizado dos donaciones grupales y tenemos el objetivo de instaurarlo en la Fundación Cepaim como actividad continuada.

¿Qué reacciones recogéis ante la donación de sangre entre las personas con las que trabajáis?

La mayoría de las familias conocen el sistema de donación y algunas de ellas expresan que ya han sido donantes en sus países de origen. Las reacciones en general son bastante buenas, aunque después cuesta un poco mantener el compromiso. Las personas que han participado una vez y se hacen donantes continúan realizando donaciones a nivel individual, por tanto, vemos que, aunque cueste conseguir el compromiso, una vez adquirido se convierte en un hábito interiorizado por las personas que comienzan a realizarlo de un modo habitual.

¿Por qué animarías a la donación de sangre?

Solo se necesitan 30 minutos de nuestro tiempo 3 o 4 veces al año. Creo que la proporción de tiempo que se invierte no tiene comparación con la ayuda que supone realizar una donación.

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