Desde el pasado 23 de abril, la sala de espera del Banco de Sangre se ha convertido en un espacio donde cualquier persona puede dejar el libro que quiera de su casa y coger, a cambio, otro. Fernando tiene 47 años. Es donante de sangre. La iniciativa le encantó. Trajo una buena cantidad de libros con estupendos títulos.
¿Cuánto hace que eres donante de sangre?
Unos dos años.
¿Por qué eres donante de sangre?
Creo que debería ser obligatorio. No me cuesta nada y sirve. Soy donante de plasma por aféresis. Es poco esfuerzo invertir media hora de mi tiempo y que pueda colaborar en algo tan importante como es salvar vidas.
Hace unos días viste, cuando viniste a donar, que habíamos instalado unas estanterías con libros en la sala de espera del Banco de Sangre. ¿Qué pensaste?
Me pareció una idea espectacular. Para empezar, el ambiente que hay es muy bueno y el trato es excepcional. Toda la gente que pasa por aquí tiene buena voluntad y un cierto toque solidario. Aquí puedes venir, puedes ver unos libros, te llevas unos, traes otros. Se trata de dar vida a esos volúmenes que tenemos todos parados en casa. Es fomentar la cultura.
¿Tú crees que puede tener éxito esta iniciativa, crees que un espacio así puede ser también un sitio de donación de libros?
Claro que sí. De hecho, faltan espacios donde donar libros. Si tienes en casa un libro que no utilizas qué menos que darle salida para que lo pueda disfrutar otra persona.
¿A ti te gusta leer?
Me encanta leer. La próxima vez que venga, buscaré algún libro que no haya leído y traeré más que tengo en casa. Me parece una idea preciosa.
¿Qué estás leyendo ahora?
Ahora estoy leyendo ensayo, ensayo de historia militar. Aunque leo de todo. Ojeo la sinopsis y cuando me llama algo la atención, lo leo.