La sangre es un bien escaso y la trasfusión sanguínea es un procedimiento necesario en la asistencia sanitaria. Los bancos de sangre se enfrentan al desafío de que la demanda aumenta en una sociedad cada vez más envejecida, con lo que la población de donantes disminuye. En esta situación, cada gota cuenta y los sistemas de gestión de la sangre deben ser cada vez más eficientes para poder atender la demanda asistencial.
Precisamente, el Banco de Sangre de Aragón (BSTA) ha presentado este pasado jueves en Barcelona su sistema pionero para optimizar el procesamiento de la sangre mediante algoritmos matemáticos avanzados. El software LHEMA, una herramienta que se implantó en Aragón en 2022, ha logrado mantener un stock óptimo de plaquetas y aumentar la recuperación de plasma, materia prima para la fabricación de medicamentos en la que España y Europa son deficitarias, y reducir las pérdidas.
Detrás de todo este proceso hay un innovador algoritmo creado por Irene Ayerra, una matemática graduada por la Universidad de Zaragoza que realizó su trabajo de fin de máster sobre cómo aplicar las matemáticas para optimizar el funcionamiento de un centro de transfusiones. Y este estudio lo desarrolló en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón. “El BSTA confió y apostó por la innovación para mejorar”, destaca Irene Ayerra, quien comenta que el algoritmo lo probaron “inicialmente mediante simulaciones matemáticas para reducir los riesgos”. “Y posteriormente se realizó una validación en rutina en el centro”, añade.
Los resultados de uso de este algoritmo en el BSTA se han presentado en la reunión sobre “Innovación y mejora de procesos en la producción de componentes sanguíneos” organizada por el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña en Barcelona. “Aragón lleva dos años utilizando el software LHEMA, lo que les ha permitido ser muy eficientes y pioneros en la aplicación de algoritmos matemáticos en el sector”, dice Irene Ayerra, que está trabajando ahora en próximos retos para poner en marcha en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.
“En las próximas semanas pondremos en marcha en el BSTA la donación personalizada, proyecto en el que llevamos trabajando desde que comenzamos”, adelanta la matemática. “Por ejemplo, sabemos que, de todos los donantes de sangre, unos pueden tener una sangre mejor para extraer plaquetas y otros para plasma, pues es importante que a la hora de manipular esa sangre lo podamos aplicar para obtener el máximo rendimiento”, dice.
La jefa del área de fraccionamiento y distribución del Banco de Sangre de Aragón, Ana Pérez, ha defendido como “la implementación progresiva de soluciones automatizadas y basadas en software ha sido clave para aumentar la eficiencia”.
Reducción en la caducidad
“Esto ha permitido –ha añadido- la optimización del procesamiento de sangre maximizando la productividad, reduciendo la sobreproducción y la caducidad y aumentando el rendimiento del plasma recuperado, al tiempo que se garantiza la seguridad de los productos sanguíneos y la satisfacción del personal.
La red transfusional aragonesa tuvo una caducidad de concentrados de plaquetas en 2022 del 5.6%, mientras que la media nacional fue de un 11%.
El BSTA lleva trabajando en la automatización del procesamiento más de 10 años, implantando un sistema de separación de la sangre total automático pionero a nivel mundial.
Cada día se necesitan en Aragón 200 bolsas de sangre
La gerente del Banco de Sangre, Rosa Plantagenet-Whyte ha destacado que “en Aragón cada día son necesarias 200 bolsas de sangre, un producto que caduca por lo que toda gestión que ayude mejorar nuestra capacidad de almacenamiento y de reacción es positiva para cubrir las necesidades de nuestros pacientes”. “Seguimos –añade- creciendo con la implementación de algoritmos matemático para mayor eficiencia y eficacia a la hora de la gestión tanto del procesamiento como de la obtención de componentes sanguíneos.”