Cristina García tiene 34 años. En el año 1999 le diagnosticaron escoliosis, una deformación en la espalda que le obligó a someterse a intervenciones quirúrgicas especialmente duras. Esas intervenciones, a su vez, necesitaron de transfusiones. De hecho, la inmensa mayoría de intervenciones de espalda exigen muchas bolsas de sangre.
¿Cuál es tu caso, qué te ocurrió?
Mi escoliosis había aumentado considerablemente desde la última revisión, algo inusual en adultos. A pesar de mantener una actividad física regular y seguir un plan de fisioterapia, tenía que operarme; no había opción. El diagnostico fue un shock y trajo consigo una angustia brutal.
¿Qué calidad de vida tienes ahora?
Actualmente me encuentro en proceso de recuperación de la intervención. Muy agradecida por el acompañamiento de mi familia y amigos en este proceso
¿Las dolencias de espalda van a más?
Nadie tiene una columna de libro. La mayoría de la población, en algún momento de su vida se ha visto aquejado por el malestar de su espalda. Es fundamental reconocer que las dolencias de espalda pueden limitar la calidad de vida de cualquiera de nosotros.
¿Por qué?
El estilo de vida actual, implica estar largas horas sentados frente al ordenador, el sedentarismo, lesiones y las malas posturas entre otros. Se suma a esto el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida. Los cambios en los hábitos de vida, la conciencia sobre la salud y la actividad física pueden ser clave.
¿Muchas de esas dolencias necesitan ser operadas?
Muchas sí. En la juventud y en la adolescencia pensamos que con tratamientos conservadores como el deporte, la fisioterapia o la toma de medicamentos, será suficiente. Llega un momento en que la calidad de vida se ve significativamente afectada y la cirugía es la única opción tras agotar las anteriores medidas mencionadas.
Y para esas operaciones se necesita transfusiones de sangre…
Sí, especialmente aquellas cirugías complejas. No sólo de espalda, como fue mi caso, sino cualquier operación de trauma, oncología o cardiovascular. Incluso un parto puede ser sinónimo de transfusión. No tenemos conciencia de la necesidad de transfusiones, cualquiera podemos necesitarlo.
¿Cuánta sangre necesitaste tú?
Necesité cinco bolsas. Tras comentar mis necesidades, optamos por una transfusión autóloga, es decir con sangre que yo había donado previamente para esta intervención. Estoy muy agradecida por la atención personalizada del Banco de Sangre de Aragón; especialmente al director médico del Banco. Su ayuda y profesionalidad fueron cruciales para que llegase a la intervención en el mejor estado posible. Fue un periodo de mes y medio aproximadamente. La realidad es que nunca pensé en encontrarme inmersa en un proceso de este calibre.
¿Por qué crees que es importante la donación?
La donación es crucial ya que puede salvar vidas en momentos críticos, sin importar la edad o estado de salud. Todos estamos expuestos a situaciones donde la transfusión puede ser vital, desde accidentes inesperados a enfermedades graves. La donación es un acto de solidaridad, esencial porque salva vidas. Es una manera sencilla y directa de ayudar a quienes mas lo necesitan; incluso nosotros mismos.