Nos ha visitado durante estos días un grupo de participantes de diferentes actividades formativas del Centro de Educación de Personas Adultas de la Fundación Adunare de los barrios de Las Delicias y Oliver de Zaragoza. En las últimas semanas han realizado varias acciones de preparación y motivación que han concluido en una jornada de donación de sangre en la sede del Banco. Pilar Lacueva es una de las educadoras que trabajan con estas personas.
¿En qué consiste vuestro trabajo y a qué población os dirigís?
Somos el centro de educación de personas adultas CODEF de la Fundación Adunare. Fundamentalmente nos dirigimos a personas con dificultades de inserción social y laboral por distintas circunstancias, intentado mejorar su situación a través del trabajo de las competencias básicas de lectoescritura, aprendizaje del español, certificados de profesionalidad y obtención del título de Graduado en Secundaria. Acompañamos cada proceso personal para conseguir una plena integración y participación social.
Venir a donar ha sido el final de un proceso de formación muy específica. ¿En qué ha consistido?
Hemos desarrollado en distintos grupos del centro y a distintos niveles, una Unidad Didáctica titulada REGALA VIDA. A través de ella hemos reflexionado sobre la importancia de DONAR, cómo hacerlo y quién puede hacerlo. Nos hemos centrado en la donación de sangre, órganos y leche materna.
¿Por qué lo habéis hecho?
Entendemos la educación de personas adultas como un proceso de desarrollo personal y social donde nos convertimos en ciudadanos y ciudadanas que puedan participar en la mejora de la sociedad en la que vivimos.
¿Qué respuesta habéis encontrado entre los participantes?
Maravillosa ha sido su respuesta, con muchas ganas de participar y poder ayudar a las personas que lo necesiten. Todas las personas valoran la importancia de la solidaridad para construir una sociedad mejor.
¿Por qué animarías a la donación de sangre?
Porque estamos colaborando en la salvación de vidas, porque es muy gratificante para las personas que realizan el acto de donar. Además al hacerlo en grupo sentimos esa solidaridad multiplicada.